Pedos vaginales: qué son y cómo evitarlos

Suena vuestra canción, perdéis la ropa por el camino y tú y tu pareja os abandonáis a la pasión del momento, y en plena faena.... prrrrrrr. ¿Pedos vaginales?

Cuando se produce ese sonido parecido a un pedo, suele ser un momento muy incómodo y casi siempre embarazoso.

Pedos vaginales: qué son y cómo evitarlos

Entonces, ¿por qué tu vagina te traiciona de esta manera, y cómo es que ataca en los momentos más desafortunados?

Vamos a descubrirlo.

Qué son los pedos vaginales

Aunque los pedos vaginales -también llamados queef-, a menudo se asocian a una flatulencia, son dos cosas completamente diferentes.

¡Un pedo vaginal no es realmente un pedo!

Para empezar, los pedos son gases que salen de tu ano, mientras que un pedo vaginal es el sonido que hace el aire al salir de tu vagina.

Aunque los dos comparten algunos puntos en común -hacen sonidos similares, salen de la misma región corporal-), son totalmente diferentes.

Un "queef" es una bolsa de aire atrapada -sin olor- que no tiene nada que ver con tu dieta.

Por otro lado, una flatulencia tiene olor, y puede ser una respuesta a algo que has comido, como legumbres, lácteos, etc., y a la descomposición de bacterias durante la digestión.

Los pedos más olorosos son el resultado de que las bacterias se descomponen y se liberan como gas durante el proceso de digestión, y luego se escapan del cuerpo en forma de ventosidad.

Pero los pedos vaginales no provienen de la digestión, sino de bolsas de aire que salen de la vagina en una rápida ráfaga.

Se producen cuando el aire es empujado y atrapado en el canal vaginal.

Ciertos movimientos -por ejemplo, el sexo- pueden expulsar ese aire atrapado de una manera a veces audible.

Los queefs también pueden ocurrir tanto si estás sola como con tu pareja, al abrir las piernas, al introducir un dedo, juguetes o la penetración con el pene.

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Y aunque los pedos vaginales están fuera de tu control -no puedes aguantarlos de la misma manera que una ventosidad-, sí que puedes hacer algo para minimizar o disminuir la probabilidad de que se produzcan durante el sexo.

Recuerda que es algo que le pasa a toda persona que tiene vagina en algún momento de su vida ¡es física!

Pero si tienes curiosidad por saber cómo reducir la probabilidad de tirarte pedos vaginales durante las relaciones sexuales, aquí tienes algunas cosas que debes tener en cuenta.

¿Cuándo se producen?

Aunque parezca que el queef sólo ocurre en los momentos más embarazosos -como durante una clase de yoga o durante los preliminares-, puede producirse en cualquier momento.

A veces son completamente al azar. Pero hay ciertas actividades que lo favorecen.

Son especialmente comunes durante el sexo porque los dedos, penes o juguetes sexuales pueden empujar fácilmente el aire hacia dentro.

Tu vagina también se expande cuando estás excitada, lo que hace que haya más espacio para el aire.

Y la humedad vaginal, que aumenta durante el sexo, ayuda a hacer ese sonido 'plof plof plof'.

Francamente, tenemos muy poco control sobre las funciones de nuestro cuerpo.

Así que, sí, tus momentos más sexys son también los más favorables para que tu vagina suelte un gran sonido de pedo.

Pero no hay nada anormal en ello.

La inserción de tampones, diafragmas y copas menstruales también puede empujar el aire dentro de la vagina, lo que lleva al queefing.

Al igual que ciertas formas de ejercicio como el yoga y el estiramiento, que potencialmente abren y estiran la vagina.

Puedes ser más propensa al queefing que otras mujeres

Todos los cuerpos son diferentes y eso se extiende a tus partes íntimas.

Algunas mujeres son más propensas a tirarse pedos vaginales que otras. Todo dependerá de la forma y la longitud del canal vaginal.

La lubricación vaginal también aumenta las probabilidades, por lo que las mujeres con vaginas más lubricadas tienden a producir más pedos vaginales.

Esto no significa que debas tratar de mantener tu vagina seca durante el sexo para minimizar las probabilidades, ya que el sexo doloroso no vale la pena.

¿Es algo de lo que preocuparse?

Generalmente, los pedos vaginales no son nada de lo que preocuparse.

Aunque si se acompañan de dolor o mal olor, deberías ir al médico para descartar cualquier problema más grave.

Esto puede ser una indicación de una infección vaginal o una posible fístula, una conexión -anormal- entre el recto y la vagina.

Pero la mayoría de las veces es un hecho normal, aunque un poco incómodo, de la vida.

Cómo evitar los pedos vaginales

No hay nada que puedas hacer para que tu vagina sea a prueba de pedos.

Pero ciertas cosas, como sexo más duro y riguroso y muchos cambios de postura, pueden aumentar el riesgo.

También es posible que algunas posturas te hagan más propensa a los pedos vaginales que otras.

Dado que los queef no son más que bolsas de aire inodoras, cualquier posición que pueda disminuir los cambios de aire que entran ayudará.

Evitar las posturas en las que las piernas estén en el aire, o mantener las piernas abiertas durante períodos prolongados puede ayudar a limitar la cantidad de aire que entra en el canal vaginal.

¿Otra postura a evitar? El perrito.

Recostarse y no moverse mucho puede evitar el queefing, pero tampoco suena particularmente sexy.

Pero en lugar de centrarte en cambiar tu vida sexual sólo para evitar un breve momento de posible vergüenza, avisa a tu pareja de que... ¡puede suceder!

O no lo hagas, y ríete de ello más tarde.

En verdad, es totalmente normal y no hay nada de qué preocuparse.

Cómo recuperarse de un pedo vaginal

Ojalá pudiera darte un consejo experto sobre cómo recuperarte con gracia de un momento incómodo durante el sexo, pero no puedo.

Solo recuerda, queefing es totalmente normal, y no tienes nada de lo que avergonzarte.

He aquí un pequeño secreto sobre el sexo: es un poco raro y guarro y divertido. Hay olores. Hay sonidos. Hay fluidos.

El sexo es un proceso íntimo que hace que algunos de nosotros nos sintamos muy vulnerables, por lo que es mejor reservarlo para alguien que te trate con amabilidad y respeto.

Y a ese tipo de persona, no le va a importar que tu vagina haga ruidos.

Por supuesto, puedes sentir algo de vergüenza, pero son los pedos en las relaciones los que llevan al tipo de amor duradero que todos queremos.

No deberías avergonzarte de ello

Si odias los pedos vaginales porque te sacan del momento y te dificultan el orgasmo, por supuesto, puedes tratar de evitarlos.

Pero no lo hagas por el qué dirán, o por lo que tu pareja pueda pensar.

No creo que nadie necesite intentar conscientemente 'evitarlo', ya que es una función fisiológica muy natural y común.

Puede ser vergonzoso, pero honestamente es súper habitual y muchas mujeres lo han experimentado en algún momento.

No dejes que condicione tus experiencias. De hecho, algunos hombres incluso se excitan al escucharlos, ya que lo interpretan como una señal de que son mejores amantes.

Al final, sólo tienes que aceptar que la vida es un juego, y los pedos vaginales suceden quieras o no.