Cómo disfrutar del sexo anal sin dolor

Todos hemos escuchado los rumores de que el sexo anal es doloroso. No es de extrañar que suene aterrador y la mayoría de la gente no lo quiera probar.

Pero, ¿y si te dijera que explorar este nuevo territorio no tiene por qué generar ninguna molestia?

Cómo disfrutar del sexo anal sin dolor

Y como prueba de ello, voy a explicarte todo lo que necesitas saber para tener una experiencia placentera y sin dolor.

El sexo anal se puede hacer bien, o se puede hacer mal. Si lo haces de la forma incorrecta es posible que cause algunas molestias, mientras que si lo haces bien lo vas a pasar de maravilla.

Así que déjame mostrarte el camino al placer, no al dolor.

¿Por qué probar la penetración anal?

Antes de entrar en cómo hacerlo bien, vamos a ver algunos beneficios de probar esta práctica:

¿Duele el sexo anal?

La idea comúnmente aceptada es que el sexo anal duele al principio y luego se vuelve placentero.

Pero esa idea no es cierta para todos:

Para decirlo sin rodeos, sólo dolerá si no lo haces bien.

Puede que no siempre sea cómodo, pero tampoco lo es el sexo vaginal.

Al igual que el coito ordinario, el placer anal requiere de juegos preliminares. Pero en este caso, hay que tomárselo con mucha más calma.

Piensa en cuánto tiempo dedicas a los preliminares y multiplícalo por 10. Eso debería darte una idea más clara de cuán despacio debes tomarte la exploración trasera, al principio.

Este punto es clave. El éxito del sexo anal depende casi totalmente de la preparación adecuada.

La preparación incluye entrar en un estado mental relajado. Ya que el ano es un esfínter, estar calmado es una necesidad para una penetración suave.

A algunas personas les cuesta relajarse antes de su primera experiencia. Esto puede ser por haber tenido una experiencia dolorosa en el pasado, o simplemente por temer lo peor.

Mientras tú y tu pareja os comuniquéis y os toméis todo el tiempo necesario, no deberías de sentir dolor.

Cómo tener una experiencia anal sin dolor

Ahora que sabes que solo depende de ti y de tu pareja hacer que la experiencia sea buena, y que el dolor no es inevitable, estás list@ para aprender a hacer que el sexo anal sea genial.

El primer paso para tener una experiencia anal sin dolor es la paciencia. Estás experimentando algo totalmente nuevo, y tomarlo con calma es la mejor manera de evitar contratiempos.

No te lanzarías a practicar un nuevo deporte sin calentar tus músculos primero o aprender los movimientos adecuados para evitar lesiones, ¿verdad?

Esto es algo parecido.

Estas son algunas pautas que pueden ayudarte a pasar un buen rato en tu primera experiencia:

Escucha a tu cuerpo

Mucha gente disfruta del sexo anal sin dolor ni molestias, y lo consiguen escuchando a su cuerpo.

Sólo llegan hasta donde se sienten cómodos y se detienen si algo no les gusta o les causa molestias.

Y mientras sigas el resto de las pautas que estoy a punto de darte, es tan simple como eso.

Usar suficiente lubricante

No puedes tener una experiencia placentera sin lubricante. Saltarte este paso es un error.

El ano no se auto-lubrica como la vagina, lo que significa que añadir lubricación depende de ti. Necesitarás aplicar mucho tanto en el ano, como en el pene de tu pareja.

Estas son un par de indicaciones de que debes usar más lubricante:

Demasiada fricción: Si alguna vez notas una sensación áspera o punzante al intentar una penetración por el ano (con un pene, un dedo o un juguete), haz una pausa y añade más lubricante.

Esta sensación es una indicación de que hay demasiada fricción en el área. Así que si lo sientes, ¡asegúrate de decirlo!

El sexo nunca es algo que debas "soportar". Se supone que es placentero, así que no dudes en decirle a tu pareja que necesitas más lubricación.

Tratar de soportar la incomodidad solo te conduce a una mayor incomodidad, e incluso a un potencial daño.

Tensión muscular: Otra señal de que necesitas ir más despacio y añadir más lubricante es una sensación de tirantez en los músculos, como si el ano no quisiera relajarse.

Puede que incluso añadas más lubricante y que sigas experimentando más presión de la que te sientes cómodo. Esto podría significar que necesitas más juegos preliminares o más tiempo para relajarte mentalmente.

De nuevo, si sientes esto, lo mejor es hacer una pausa y retroceder. Utiliza un juguete más pequeño o cambia el pene por el dedo para excitarte más.

Una vez más, nunca toleres ninguna molestia o dolor.

Hacerlo sólo aumentará la incomodidad que sientes, e incluso puede llegar a arruinar tu percepción del sexo anal.

Elige el lubricante adecuado

Encontrarás información que afirma que los lubricantes a base de silicona o aceite son lo mejor para el ano. También verás que mucha gente utiliza productos lubricantes a base de agua.

Entonces, ¿cuál usar?

Lo más importante es utilizar lubricantes específicamente diseñados para el ano, no tanto si son a base de agua, silicona o aceite.

¿Por qué? Porque el lubricante para el sexo anal suele tener una consistencia más espesa, lo que ayuda a que dure más tiempo. De nuevo, el ano no se auto-lubrica.

Eso significa que si utilizas un lubricante de una consistencia más fina, tendrás que pararte a reaplicarlo más a menudo.

Busca un lubricante específico para el ano, idealmente con una consistencia gelatinosa, lo que normalmente significa un producto a base de agua.

Los lubricantes a base de agua tienen la ventaja de ser compatibles con la mayoría de los juguetes sexuales, así que vale la pena recordarlo.

Algunos lubricantes a base de silicona o aceite pueden ser incompatibles con los condones o los juguetes para adultos.

Comprueba siempre la compatibilidad antes de usar el lubricante.

Te encontrarás con lubricantes anestésicos o adormecedores en tu búsqueda del producto perfecto. Pero aunque algunos afirman que estos productos pueden reducir la incomodidad, recuerda que las molestias son una señal de que hay que ir más despacio.

Si adormeces esta zona, no notarás las señales que indican que es mejor ir más despacio, y seguirás adelante.

Personalmente no recomiendo los productos anestesiantes. Úsalos por tu cuenta y riesgo y, si tienes alguna duda, investiga más antes de decidirte.

Tómate tu tiempo para relajarte

La relajación es tan importante como la lubricación y, sin ella, el sexo anal no funcionará bien.

Los rumores que has oído sobre el sexo anal son de gente muy entusiasta que se saltó este paso clave.

Tu ano tiene un anillo de músculo dentro de él (el esfínter) que mantiene la abertura cerrada cuando no está "en uso". A diferencia de otros músculos, este no se abre inmediatamente y funciona mucho más lentamente.

Lo que quiero decir con esto es que no puedes pasar directamente de nada a todo porque el esfínter debe aflojarse lo suficiente para permitir la entrada.

Tratar de forzar el esfínter para que se abra antes de que esté listo provoca incomodidad e incluso dolor.

4 formas de relajar el músculo del esfínter para lograr placer anal

Como he mencionado, un factor clave para que esta penetración sea todo un éxito es relajar el músculo del esfínter lo suficiente para poder entrar.

Entonces, ¿cómo se hace esto?

1. Practicar técnicas de relajación

Si estás constantemente tenso o estresado por la vida diaria, puede que te resulte útil practicar algunas técnicas de relajación.

La meditación, el yoga o incluso las respiraciones profundas pueden ayudarte a aprender a controlar tus músculos y a relajarte a voluntad.

Practica acostarte en la cama y aflojar completamente todos sus músculos mientras respiras profundamente. Familiarízate con esa sensación a tu propio ritmo, y estarás más cerca de conseguir un sexo anal increíble.

Una vez que hayas hecho esto, estarás list@ para...

2. Experimentar contigo mismo

Si quieres probar con un compañero, pero nunca has tenido nada dentro del ano, es mejor experimentar uno mismo primero.

De esa manera, puedes acostumbrarte a la sensación antes de compartirla con otra persona.

También tendrás una idea de cuánto tiempo le lleva a tu esfínter abrirse y permitir que las cosas pasen a través de él.

Un plug anal para principiantes puede ser una forma divertida de experimentar durante la masturbación.

Las bolas anales son otra forma divertida de probar la penetración por la puerta trasera antes de pasar al sexo.

Aunque los juguetes siempre son una opción, tal vez te sientas más cómodo usando tu dedo.

En cualquier caso, no olvides el lubricante, y si usas juguetes, asegúrate de que tu lubricante es compatible con él. De esta forma evitarás que tu juguete se dañe.

3. Progresar hasta el dedo de tu pareja

Ya has jugado con tu ano unas cuantas veces por tu cuenta y estás familiarizado con lo que se siente bien y cómo relajar los músculos. ¡Es una gran noticia!

Ahora es el momento de dejar que tu pareja intente penetrarte con el dedo. Haz que te aplique mucho lubricante en el ano y en el dedo antes de empezar.

Luego, relájate lo máximo posible mientras tu pareja desliza su dedo dentro de ti muy lentamente. Durante el acto comunícate constantemente y, lo más importante, pídele que se tome su tiempo.

No hay atajos. Apresurarse en este momento no os hará ningún favor a ninguno de los dos, e incluso puede derivar en una situación frustrante en la que tu esfínter se niega a relajarse.

Incluso si tu sesión no va exactamente como esperabas, tomarlo con calma es más importante que cumplir con tus expectativas originales.

No olvides escuchar a tu cuerpo, y haz una pausa tan a menudo como sea posible para ponerte cómod@ y relajarte aún más.

A medida que tu pareja se introduce más profundamente con el dedo, debería comenzar a aflojarse y tu te sentirás más cómodo.

Si no lo hace, podéis hacer una pausa mientras mantiene el dedo dentro. Esto puede darte la oportunidad de relajarte más profundamente.

Entonces puedes intentar que empuje su dedo más adentro de ti a un ritmo con el que te sientas cómodo.

También recuerda: Si tu pareja saca el dedo demasiado rápido puede causarte algo de dolor o molestia, así que esto también debe hacerse lentamente.

4. Añadir un segundo dedo

Una vez que estés cómod@ con el dedo de tu pareja dentro de ti, que intente moverlo lentamente hacia adentro y hacia afuera.

Para evitar el dolor, el que recibe siempre debe marcar el ritmo, al principio.

Comunícate con tu pareja y hazle saber si necesitas que vaya más despacio, que añada más lubricante, o que pare un momento.

En cuanto te sientas cómodo con este movimiento, puedes añadir un segundo dedo, y luego un tercero.

Una vez que te sientas cómod@ con toda esta experiencia, estarás listo para pasar al plato fuerte: el sexo anal.

La mejor postura para tener una experiencia anal placentera

Tener una experiencia placentera depende totalmente de que tú, como receptor, establezcas un ritmo con el que te sientas cómod@.

Eso significa que las posturas más placenteras serán aquellas en las que tú tengas pleno control de la velocidad y de la penetración.

Si el que recibe está arriba o abajo es simplemente una cuestión de preferencias.

Cualquiera de las dos posturas le da al receptor el control, así que puedes elegir libremente. Aquí tienes un resumen de ambas opciones:.

Receptor en la parte superior

Una postura cómoda para principiantes es empezar contigo en la parte superior. Así podrás controlar la velocidad y la profundidad a tu gusto.

Tu pareja debe acostarse boca arriba y quedarse quieto. Ponle un poco de lubricante en su pene y también en tu zona anal. Luego ponte encima mirando hacia él con tus rodillas a cada lado de su cuerpo.

Guía el pene hasta la entrada del ano y relaja tus músculos tanto como puedas. Puede que te resulte útil "empujar" un poco como lo harías cuando defecas. Así conseguirás relajar tus músculos los deficientes para permitir la entrada sin dolor.

Si sientes alguna incomodidad o duda, tomaros un descanso.

Cuando tu esfínter se haya relajado lo suficiente como para recibir la punta del pene, es hora de bajar sobre él lentamente.

Hazlo muy despacio, milímetro a milímetro. Una vez que esté completamente dentro, puedes empezar a moverte hacia arriba y hacia abajo.

Tu pareja debe permanecer quieto y paciente durante toda la experiencia. Es muy importante que tú establezcas el ritmo para que la relajación sea completa.

Una vez que te sientas cómod@, tu hombre puede empezar a moverse lentamente.

Receptor en la parte inferior

Alternativamente, puedes empezar situándote en la parte inferior. Te recomiendo que te pongas boca abajo para empezar.

En esta posición, no tienes que tensar ninguno de tus músculos para apoyar tu cuerpo, así que estarás más relajad@.

Que tu pareja se coloque detrás de ti con la punta de su pene contra la entrada de tu ano.

Pon las manos sobre la cama a ambos lados de tu cuerpo como apoyo. Luego puedes comenzar a empujar tu trasero hacia atrás para recibir la punta de su pene.

Una vez que estés cómod@, utiliza tus manos para mover tu cuerpo hacia adelante y hacia atrás.

No olvides añadir más lubricante o descansar si es necesario.

Qué hacer después

Una vez finalizada tu primera experiencia anal puedes recostarte, relajarte o acurrucarte un poco con tu pareja.

Dependiendo de la intensidad de los movimientos de empuje durante la penetración, los músculos del ano pueden necesitar un descanso.

Después de descansar un poco, puedes darte una ducha para eliminar el lubricante. Si sientes alguna irritación alrededor de la zona, puedes aplicarte un poco de aceite de coco.

La irritación es una indicación de que deberías haber usado más lubricante, así que tenlo en cuenta para la próxima vez.

¡Comunícate!

Tanto si el sexo anal es nuevo para ti, para tu pareja, o para ambos, la comunicación es esencial.

Puede que tu compañero se haya pasado de entusiasta empujando y te haya causado alguna molestia, o quizás se dejó llevar y no uso suficiente lubricante.

Tal vez podrías haber usado más juegos preliminares, o tuviste una experiencia genial.

En cualquier caso, necesitas expresar estas realidades a tu pareja para que sepa exactamente cómo te sientes.

¡Tu pareja no lo sabrá a menos que hables claro!

Aunque puedes comunicar indirectamente tus deseos y necesidades (por ejemplo, mandándole leer este artículo), la comunicación directa es mejor. Así no tienes que andar adivinando lo que el otro está pensando.

Pregúntale a tu compañero su opinión sobre lo que ha ido bien y lo que se podría mejorar la próxima vez. Este consejo se aplica no sólo al sexo anal sino a todos los tipos de relaciones sexuales.

Después de probarlo, puede que sientas que esta experiencia no es para ti. ¡No pasa absolutamente nada!

Cada persona es diferente, y no hay razón para disculparse por no practicar cierta actividad sexual.

El sexo anal no tiene por qué doler

Como puedes ver, no hay razón por la que el sexo anal tenga que doler o molestar.

Mientras uses mucho lubricante, practiques primero por tu cuenta y te lo tomes con calma, todo irá bien.

Es cierto que requiere más preliminares y planificación que la penetración vaginal, pero si sigues las pautas que te he dado en este artículo, ambos tendréis una experiencia sin problemas.

Antes de que te des cuenta, el sexo anal se convertirá en una parte importante de tu repertorio de placer ¡y sin dolor!